A través de una metodología integrada  donde se utilizan plantas autóctonas, investigadora de la Universidad de Santiago en conjunto con académicos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y con el apoyo técnico-financiero de empresas nacionales, buscan recuperar terrenos destinados a relaves mineros que hoy, causan contaminación eólica en terrenos cercanos destinados a labores agrícolas. 

Uno de los principales desafíos de la industria minera tras la puesta en marcha de la Ley 20.551, que regula el cierre de faenas e instalaciones mineras, es asegurar la estabilidad física y química de los terrenos, además de su recuperación. Lo anterior, implica resguardar la vida, salud y seguridad de las personas y el medio ambiente, mitigando los efectos de la actividad minera, permitiendo la recuperación de los depósitos de relave.

La Universidad de Santiago de Chile en su rol de universidad pública, asume el desafío y liderada por la Dra. Claudia Ortiz, académica de la Facultad de Química y Biología de la  de la casa de estudios, encabeza un proyecto para desarrollar una metodología integrada para la estabilización del material particulado generado por los relaves mineros, que contaminan el suelo y su entorno.

“Creamos un sistema único para dar respuesta a las necesidades de la minera nacional e internacional que consiste en el uso de sistemas biológicos (plantas autóctonas) y estabilizadores químicos orgánicos e inorgánicos, utilizados tradicionalmente como supresores de polvo para el control de las emisiones de material particulado en tranques de relave, como cubierta definitiva para el cierre y postcierre de estos depósitos”, explica la investigadora.

Además comenta que el establecimiento de cubiertas vegetales en un ambiente adverso, como son los tranques de relave, involucra un tiempo de aclimatación que retarda el efecto de la estabilización física y química que proporcionan las raíces de las plantas, por lo que la incorporación de estabilizadores químicos permite que durante el tiempo requerido para el crecimiento de las plantas, la dispersión de material particulado sea mínima.

Los impactos más importantes se verán reflejados en faenas mineras con depósitos de relave ubicados entre la primera y la séptima región, dado que la gran mayoría de los tranques se encuentran ubicados en esta zona del país.

“La propuesta satisface las necesidades de las empresas para evaluar soluciones que permitan en el largo plazo presentar Planes de Cierre de Faenas que sean factibles de implementar y que, finalmente, permitan la rehabilitación de los sistemas intervenidos, ya que los sistemas biológicos mejoran las condiciones de suelo y sustrato. Además, el uso del servicio puede ser utilizado para mitigar los efectos de la erosión eólica y dispersión de material particulado en zonas saturadas determinadas por el Ministerio del Medio Ambiente”, indica.

Este proyecto que cuenta con financiamiento de FONDEF, presenta beneficios económicos y sociales, ya que busca contribuir a mejorar la calidad de vida de la población y también los terrenos cercanos destinados a uso agrícola. Las pruebas piloto se realizarán en terrenos de la Sociedad Minera Nueva Pudahuel en la Región Metropolitana.